¿Cómo identificar tus amistades tóxicas? Conoce los 10 consejos para que tu relación de amistad sea saludable.
Sería más adecuado decir que la conducta de una persona puede ser tóxica. Etiquetar a una persona como una totalidad la limita a que siempre se comporte de manera tóxica en todas las situaciones y en con todas las personas.
Además, hay que tener en cuenta el contexto de esta persona. Puede sentirse insegura, dolida, con baja autoestima. Puede ser una persona que siente celos o envidia y no saber gestionarlo. En definitiva, es una persona que no es feliz y que no sabe comunicarse con las personas que le rodean.
En vez de decir que una persona es tóxica, podemos decir que es una amistad poco saludable, ¿qué significaría esto?
Podría significar no estar en una relación igualitaria, es decir, uno se siente sometido al otro, y el otro se siente superior. El sometido no se siente cómodo dando su opinión por miedo al juicio o la crítica, no se siente libre de vestirse como quiera, no se atreve a ir con otras personas. No se siente respetado en lo quiere hacer. Se le invalidan las emociones y se minimiza sus problemas y sus éxitos.
Al principio las relaciones suelen ser simétricas. Es conforme pasa el tiempo cuando la persona va cediendo cada vez más a las necesidades del otro. Y el otro va ganando espacio y sus peticiones van subiendo de nivel.
Cuando empiezas una amistad desde pequeño la idealizas. No somos conscientes de que cada uno ha evolucionado por caminos diferentes, y que nos hemos desarrollado en distintas áreas. Llega un momento en el que te puedes ver forzado a hacer ciertas cosas, pero como tienes idealizada a la otra persona por la duración de esa amistad, o porque la conociste en un momento en el que estabas mal en tu vida y te apoyaste mucho en ella, es bastante difícil darse cuenta de lo desequilibrada que está la relación.
Cuando ya eres consciente de que estás en este tipo de relación, se genera un rencor que ya no te motiva acercarte a ella.
Ante situaciones de este tipo podemos hablar con la persona y le podemos exponer nuestro malestar y proponerle poner los límites en la relación. Si accede a este nuevo tipo de relación, hay que tener muy claros los límites que queremos poner en la relación y mantenerlos. En el caso de que no reconozca que la relación no es equitativa nos tendremos que alejar, al menos, hasta que tomen consciencia de cómo son y tengan la intención real de cambiar o que observemos el cambio.
Es doloroso soltar a una persona a la que queremos, pero hay que ser consciente de que si hay relaciones que nos perjudican, hay que alejarse de ellos y poner distancia.
No podemos permitir que las relaciones con los otros nos dañen y nos resten hasta el punto de no permitirnos ser nosotros mismos.
Todavía es más difícil cuando esta persona forma parte del mismo grupo de amigos. En este caso, habría que poner límites a esta persona y marcarlos claramente y con vehemencia. Por ejemplo, me sirve para pasar un rato entre amigos y reírnos, pero no le voy a seguir confiando mis intimidades.
En ocasiones las amistades llegan a su fin, y hay que dejarla marchar. Lo ideal es que no quede pendiente conversaciones o dudas respecto a por qué acabo la relación. Si quedaran dudas, sería recomendable hablar con esa persona y exponerle cómo nos sentimos respecto a ella.
Recordar que en lo que nos tenemos que enfocar es en lo que hacemos y decimos nosotros. Es decir, está bajo nuestro control lo que le expresamos y cómo se lo expresamos. A partir de ahí, si la otra persona está preparada para escuchar, aceptar y cambiar será cuestión suya. Esto ya no depende de nosotros. Si dependemos de la opinión de esta persona, vamos a volver a engancharnos y no podremos avanzar y desarrollarnos como persona.
La otra persona, ante las presiones, puede acceder a las peticiones, o puede alejarse.
Espero que te haya sido útil los consejos para identificar amistades tóxicas y generar nuevas amistades más saludables.
Si quieres puedes dejarme tu opinión en comentarios.
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