¿Estoy deprimid@?
¿Estoy pasando por una crisis existencial?
julio 6, 2021
Los trastornos depresivos se definen como la presencia de una tristeza patológica, es decir, un sentimiento de pena más intenso de lo esperable y que afecta a la rutina de la persona
¿Cómo podemos diferenciar la tristeza patológica de la no patológica?
| TRISTEZA NO PATOLÓGICA | TRISTEZA PATOLÓGICA |
| Intensidad de la emoción proporcionada a la situación actual | Intensidad de la emoción desproporcionada a la situación actual |
| No limita a la persona en su rutinas diarias | La persona se ve limitada en su rutinas diarias |
| No hay presencia de otros síntomas depresivos | Hay presencia de otros síntomas depresivos como: aumento o disminución del apetito y del sueño. |
| La intensidad varía a lo largo del tiempo y no se presenta aguda durante largos periodos de tiempo | Se mantiene la intensidad aguda en el tiempo |
TIPOS DE TRASTORNOS DEPRESIVOS
| TRASTORNO ADAPTATIVO CON ÁNIMO DEPRIMIDO | La persona reconoce el hecho o situación que le ha desencadenado el estado de ánimo actual |
| La situación desencadenante y/o sus consecuencias todavía están presentes en la actualidad | |
| Si a la persona se le presenta otra situación que le aporta una emoción positiva es capaz es capaz de focalizar la atención y adaptar moderadamente su estado de ánimo a las circunstancias |
| TRASTORNO DISTÍMICO | La persona presenta sensación de insatisfacción, desánimo y abatimiento durante meses o años. Hay una tendencia a la pérdida de las ilusiones |
| Aparentemente no hay causas que desencadenan el sentimiento de tristeza. Se normaliza el estado de apatía. | |
| Si a la persona se le presenta otra situación que le aporta una emoción positiva es capaz es capaz de focalizar la atención y adaptar ligeramente su estado de ánimo a las circunstancias | |
| Suelen ser personas altamente emocionales y/o sensibles |
| EPISODIO DEPRESIVO (DEPRESIÓN MAYOR) | La persona describe su estado de tristeza como un estado diferente a la tristeza normal. |
| No se queja de su tristeza, se queja del miedo que le produce por sentirse como se siente | |
| Si a la persona se le presenta otra situación que le aporta una emoción positiva no es capaz de focalizar la atención y adaptar su estado de ánimo a las circunstancias |
PREVALENCIA
- Según datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en España cada año 5,2 personas por cada 100 habitantes tienen un trastorno depresivo
- La depresión es un trastorno mental frecuente. Se calcula que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.
- La depresión es la principal causa mundial de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial general de morbilidad.
- Los trastornos depresivos son, aproximadamente, dos veces más frecuentes en el sexo femenino que en el masculino. Asimismo, la prevalencia varía según la edad
¿QUÉ ES LA ASTENIA PRIMAVERAL?
La astenia primaveral es la sensación de fatiga y falta de vitalidad física y psicológica que se acompaña de falta de motivación e interés por lo que nos rodea.
Se suele intensificar la intensidad ante los cambios climáticos y hay mayor probabilidad de desarrollarla en primavera.
CAUSAS DE LA ASTENIA PRIMAVERAL
Se ha sugerido que puede ser debido la deficiente adaptación del cuerpo humano a los cambios de horas de luz del día. No es considerada como enfermedad en el ámbito de la medicina.
Otros síntomas de la astenia primaveral son: somnolencia diurna, sueño nocturno no reparador, dificultad para concentrarse, aturdimiento o presión en la cabeza, inestabilidad, irritabilidad, anorexia y disminución de la líbido.
La duración de los síntomas es relativamente breve (días o semanas).
Se recomienda mantener un horario regular de sueño y comida, mantenerse activo durante las horas de sol, realizar actividades al aire libre y fomentar actividades mentales suaves y estimulantes.
¿CÓMO SE TRATA LA DEPRESIÓN?
8 de cada 10 personas mejorarán los síntomas depresivos con ayuda de un profesional. El tipo de tratamiento dependerá de los síntomas que sufra cada persona y la gravedad de los mismos.
Las dos vías principales de tratamiento, compatibles entre, sí son:
- Psicoterapia: está demostrado que la terapia cognitivo-conductual resulta efectiva para el tratamiento y mejora de los síntomas depresivos. El tratamiento puede durar semanas o meses, dependiendo de la gravedad de los síntomas. Gracias a la terapia cognitivo-conductual los pacientes pueden aprender a pensar y comportarse de otra manera, mejorando así su calidad de vida interior.
- Tratamiento farmacológico: el médico de familia o el psiquiatra puede prescribir medicamentos al paciente para apoyar la psicoterapia. Los efectos de la medicación suelen aparecer a las 3 o 4 semanas del inicio del tratamiento, por lo que habrá que esperar este periodo de tiempo para valorar los efectos de la medicación y no abandonar antes. Es recomendable no interrumpir el tratamiento hasta que el médico lo indique, con el fin de evitar una recaída. El tratamiento farmacológico contribuye a estabilizar el estado de ánimo mediante la regulación de los neurotransmisores del cerebro (moléculas que permite la transmisión de información de una neurona a otra).
10 CONSEJOS PARA AFRONTAR LA DEPRESIÓN
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- Cuéntale a alguien cómo te sientes. Puedes contárselo a un amigo o familiar con el que tengas confianza, pero será un profesional el que realmente pueda enseñarte las estrategias para aprender a pensar y actuar diferente.
- No tomes decisiones precipitadas. Cuando no te encuentres bien, pospón decisiones como casarte, separarte, tener hijos o comprar una casa. Puedes tomar esa decisión un poco más adelante.
- Sé sincero. En ocasiones nos autoengañamos, haciéndonos creer que no estamos tan mal como para ir al psicólogo, que eso es para otros. Que nosotros somos fuertes. Y esto no consiste en quién es más fuerte, sino quién me puede ayudar a ser más fuerte todavía.
- Plantéate metas realistas: Marcando objetivos realizables podrás ir mejorando progresivamente. Si te planteas metas demasiado altas que no se pueden conseguir, la sensación que se queda después es de fracaso, lo que disminuye la autoestima y la motivación por seguir intentando mejorar. Se da por perdido algo que no estaba bien planteado desde el principio, no por falta de capacidad, sino por el establecimiento de unas metas irreales.
- Mantén tu círculo social activo. Aunque en ocasiones no te apetezca estar con nadie, mantener vínculos emocionales que te aportan. Mejora el pronóstico de los síntomas depresivos. Respeta si quieres pasar tiempo solo, pero también es necesario que compartas momentos con personas que te importan
- Haz actividades al aire libre. Deporte, caminar, estar en la naturaleza. Está demostrado que el ejercicio físico y estar rodeado de naturaleza mejora nuestro estado de ánimo
- Cuida tu alimentación e higiene del sueño. Es necesario que mantengas una dieta equilibrada y que respetes las horas del sueño. Lo que comemos nos afecta a nuestro estado de ánimo. Así mismo, durante las horas del sueño es cuando nuestro cerebro se restaura, descarga la información y se “resetea”.
- Intenta evitar el estrés. El estrés en niveles óptimos nos hace más agudos, rápidos y concentrados. El estrés en niveles demasiado altos nos genera consecuencias negativas a nivel físico y emocional. Y estas consecuencias empeoran los síntomas de la depresión. Sé consciente de las situaciones que te producen estrés e intenta evitarlas, o en el caso de que no sea posible evitar la situación, apóyate en un profesional para que te enseñe técnicas de relajación y/o mindfulness, con el objetivo de no llegar a niveles altos de estrés.
- No abuses del alcohol y/o drogas. Puede existir la tentativa de evadirse del sufrimiento con alcohol o drogas. El objetivo se puede conseguirse durante unas horas, pero cuando pasen los efectos, el estado de ánimo empeora notablemente, incluso peor que antes de consumir las sustancias
Sigue las orientaciones de los profesionales de la salud mental que te aconsejan, tanto en psicoterapia como medicación. Es importante que acudas a las citas (aunque no te apetezca), y tomes la medicación hasta que el médico te lo indique (aunque crees que ya no la necesitas). En ocasiones la percepción de que ya no estamos tan mal, e interrumpir el tratamiento, puede provocar recaídas.